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Los Riesgos Psicosociales post COVID

¿Dónde he estado y qué me ha pasado?   

 “Lo que está sucediendo en algunas empresas con la incorporación de los trabajadores tras largo período de teletrabajo o ERTE, es preocupante y va a serlo cada vez más”, me decía hace seis meses un colega que ocupa el cargo de Director del Servicio de Prevención Propio en una empresa de asesoramiento empresarial, con 900 empleados y 8 centros de trabajo en todo el territorio nacional.

Ha venido observando que a algunos trabajadores el cambio les está constando demasiado y así se manifiesta en los controles de salud que se están llevando a cabo; se producen con mayor frecuencia cuadros de ansiedad y depresión, se manifiesta en numerosos casos mucha dificultad para conciliar el sueño, que se consume  en mayor medida alcohol y psicoestimulantes, se manifiesta mayor sensación de estrés y se ha diagnosticado algún caso de burnout -posiblemente derivado de esta situación-; todo ello lleva a un incremento de las bajas por Incapacidad temporal y, en general, del absentismo.

Obviamente, esta situación ha empezado a tener impacto sobre la productividad y el Director General ha mostrado su preocupación por el efecto negativo sobre la cuenta de explotación de la Empresa así como por la salud mental de los trabajadores y ha pedido al SPP un Plan de Acción.

  ¿De qué medios dispone la empresa para evitar esta situación?

Mi colega me ha pedido ayuda y, dada la trascendencia del asunto, decido acudir a varias reuniones para definir el Plan de Acción solicitado por el Director General. Además de los integrantes del SPP, se implica al Director de Recursos Humanos desde el inicio, así como a los Directivos de Área (4 personas más) en la fase final de validación del Plan.

Partimos de la existencia de una Evaluación de Riesgo Psicosocial realizada en 2.018 y cuyos resultados eran razonablemente buenos, salvo problemas puntuales en determinadas sedes.

Ante la situación, y una vez actualizada la Evaluación de Riesgo Psicosocial, se ha diseñado -y validado por los Directivos y el Director General- un Plan de Trabajo con varios bloques de medidas:

  1. Contratación de una consultora especializada que realice una campaña de información y concienciación sobre la situación que se atraviesa, manejo de estrés, efectos del alcohol y psicoestimulantes, y tratando de transmitir mensajes en clave positiva, etc. En dicha campaña, que será sostenida en el tiempo hasta que se estime que la situación está estabilizada, se incluirán charlas periódicas, píldoras a los móviles de los trabajadores, videos con breves testimonios sobre manejo de estrés de trabajadores de la Empresa.
  2. Formación a los Directivos y Mandos Intermedios, por parte de la misma consultora especializada, sobre manejo y gestión de recursos humanos en los aspectos vinculados a esta situación.
  3. Acuerdo con el Servicio de Prevención Ajeno que asume la disciplina de Medicina del Trabajo con el objeto de aportar mayor vigilancia sanitaria y puesta a disposición de recursos sanitarios/psicológicos presenciales. Consulta con carácter semanal en los centros de trabajo de la Empresa que deberá ser solicitada por los trabajadores.
  4. Acciones de mejora del clima laboral en la Empresa, como desayunos de trabajo, premios inesperados a determinado rendimiento laboral, etc y de lo que será responsable el Dpto.de Recursos Humanos.
  5. Estudio de otro modelo organizativo de trabajo en la Empresa, teniendo en cuenta la legislación de trabajo a distancia existente en el país. Estudio general de los puestos con posibilidad de trabajo y hasta qué punto, medios a disposición en la empresa, medición de productividad, organización de la gestión de prevención de riesgos laborales a estos efectos, formación específica a los trabajadores a estos efectos, etc.

 

El Plan de Acción se puso en marcha con carácter inmediato, comenzando a ejecutarse en el mes de Mayo de 2021.

¿Qué resultados se han obtenido? 

Estamos en Septiembre de 2.021, aún es pronto, pero se empiezan a ver resultados de las acciones tomadas.

  1. Si observamos el absentismo general en el primer trimestre del año con el acaecido en los meses de Junio, Julio y Agosto, se ha disminuido en un 15% comparando ambos períodos. Las vacaciones, además de que son tenidas en cuenta en los cálculos, no se considera afecten pues son tomadas a lo largo de todo el año.
  2. Los datos de productividad han vuelto a los obtenidos con anterioridad a la pandemia por COVID-19.
  3. Se ha diseñado una nueva opción de organización del trabajo en la Empresa, teniendo en cuenta a la representación de los trabajadores, en la que se ofrece -de modo controlado y general- la opción de teletrabajo 3 días a la semana y sin perjuicio de acuerdos personales cuando la situación lo aconseje. Existe buena aceptación por los trabajadores y se ha comenzado a poner en marcha con impacto inicial positivo en la productividad.

La salud mental de los trabajadores es básica y elemental para la buena salud económica de las Organizaciones

 

“Cualquier parecido con la realidad NO es pura coincidencia”

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