¿Dónde he estado y qué me ha pasado?
Hace unos días me encontré con un viejo amigo que siempre ha ocupado puestos directivos. En este momento desempeña el cargo de Director General en una empresa dedicada al sector de distribución de alimentación y productos para el hogar con ámbito nacional.
La empresa ocupa actualmente a 1.150 trabajadores y dispone de emplazamientos comerciales en 37 localidades del país, fundamentalmente en Madrid y Castilla León, además de dos centros logísticos radicados en Madrid y Valladolid.
Tras una larga conversación, mi amigo me traslada su preocupación acerca de los niveles de riesgo a todo nivel que ha detectado en su Empresa (riesgos de intrusión, riesgos de robo, riesgos laborales, responsabilidades penales y civiles diversas, aseguramiento, etc) siendo una situación que, me confiesa, empieza a provocar que se encuentre preocupado y abrumado, ya que en los 18 meses que lleva en la Empresa ha tenido que enfrentarse en tres ocasiones con problemas derivados de las coberturas y redacción de las pólizas de seguros, varios accidentes laborales de carácter grave, dos accidentes de personal externo en las instalaciones de la Empresa, un accidente de un camión propio en las instalaciones de un cliente causando daños de consideración, las roturas de mercancías se encuentran en un nivel inasumible así como un problema derivado de dos demandas penales derivadas de un posible caso de soborno y otro por asuntos medioambientales.
Le sugiero que recurra a una empresa consultora que pueda ayudarle a definir el nivel de riesgo global en su empresa y le aporte caminos para elaborar un plan de acción al respecto. Me termina pidiendo ayuda y me pongo en contacto con una entidad experta en la gestión del riesgo con una visión holística del mismo.
¿De qué medios dispone la empresa para evitar esta situación?
Tras un par de visitas con un consultor experto asignado, se diseña un Plan de Trabajo que abandone la idea de estanqueidad en la gestión del riesgo y que favorezca una gestión integrada del mismo.
Lo primero que se ha definido han sido los medios que se van a dedicar a esta gestión y se han planteado dos aspectos. Por un lado, asignar la gestión de control al Responsable de Prevención de Riesgos Laborales de la de la Organización, entendiendo que dispone de facilidad para llegar a una visión global y transversal de la gestión del riesgo, aunque ello suponga la ampliación del Departamento con una persona adicional; por otro lado, definir una reunión planificada quincenal con el Director General para realizar un seguimiento del nivel de riesgo asumido para, posteriormente y una vez asentado el proceso de control, distanciar estas reuniones en el tiempo.
Una vez llegados a este punto, el Plan de Trabajo inicial incluye los siguientes aspectos:
- Estudio de la situación en medios de protección contra cualquier tipo de emergencia o contingencia (incendios, intrusión, riesgo biológico o salud pública, etc) analizando la adecuación y estado de implantación de los Planes de Autoprotección o Medidas de Emergencia en la Empresa.
- Análisis de los riesgos derivados del desarrollo propio de la actividad empresarial (desplazamientos, roturas de mercancías, riesgos medioambientales, etc) y su cobertura-protección.
- Estudio de las políticas de aseguramiento en la empresa y de las pólizas vigentes al efecto.
- Estudio de los mapas de responsabilidades penales asumidas con la visión Compliance.
- Análisis de la situación en materia de prevención de riesgos laborales, con especial atención a las responsabilidades asignadas en el Plan de Prevención.
Una vez analizada la situación, se ha elaborado un Plan de Actuación y Optimización de la Gestión del Riesgo que engloba mejoras en la totalidad de los aspectos citados, fundamentalmente: Adaptación y modernización de los sistemas de alarma antirrobo y detección ante incendios, mejoras en ciertos procesos de trabajo para evitar roturas de mercancías y riesgos en los desplazamientos de personal propio, adaptación y mejora de las pólizas de aseguramiento existentes en la Empresa para evitar situaciones de infraseguro, cláusulas no convenientes para los intereses de la Empresa, inclusión de riesgos no contemplados hasta la actualidad así como la cobertura de responsabilidad civil de los directivos, mejoras en la gestión, procesos y formación ante responsabilidades penales derivadas del desarrollo de la actividad empresarial así como diversas medidas de optimización en la gestión de riesgos laborales.
¿Qué resultados se han obtenido?
Han transcurrido 18 meses desde que se comenzaron a implantar medidas y la situación actual derivada de las mismas se puede resumir en los siguientes aspectos:
- La revisión y modificación de las pólizas de seguro han conllevado una sensación práctica de seguridad cubriendo aspectos no contemplados anteriormente (responsabilidad civil de los directivos o riesgos medioambientales), además de haber disminuido su uso a una sola ocasión desde su revisión hace más de 14 meses.
- La siniestralidad laboral se ha disminuido en un 22% comparando los últimos 12 meses con el mismo período temporal anterior.
- La mejora de procesos y la formación al efecto ha conllevado la inexistencia de nuevos casos que pudieran considerarse como posible responsabilidad penal de la Empresa.
- Las roturas de mercancía se han disminuido, en términos económicos, en un 26% en los últimos 12 meses.
Y mi amigo duerme mucho mejor…
“Cualquier parecido con la realidad NO es pura coincidencia”